Que truene el cielo, que llueva hasta inundar los sentidos de mi alma
que hoy necesito empaparme de sueños e ilusiones
hoy regrese.
Él me volvió.

Es jodidamente peligroso.

Dormir con la persona que amas es peligroso.

-¿Peligroso?...

- Si, peligroso... Hermosamente peligroso...

- Explícame...

       - Cierra tus ojos, recuerda ese día que estuviste caminando todo el día trabajando, el día que mas calles recorrieron tus pies, recuerda el día que el sol agoto tu alma y seco tu esperanza, cuando llegaste a casa, cuando por fin el silencio de tu habitación inundo tu ser, llego la hora de sacarte los zapatos. Cuidando tu espalda bajaste lentamente sabiendo que la sensación venia, esa de orgasmo, esa de paz, esa de descanso, esa, la que esperas al final de cada día... Sacaste tus zapatos y el pequeño gemido de laxitud se desbordo por tu alma. 

      ¿Sabes como?...

-Si.

      -Eso es dormir con la persona que amas, es saber que no hay nada mas, es un momento en el que no hay nadie mas, no hay angustias, no hay dudas, no hay ruidos, no hay reclamos ni pensamientos, ni emociones, solo existe el sentimiento. 

Es saber que no pierdes, ni ganas. No hay estado de conciencia, solo esperas sentir su pecho en tu espalda, la fuerza de sus muslos abrazando tus caderas, solo esperas el momento en el que Morfeo a través de el o ella tome tu cansancio, después de ello, aunque algunos minutos después cada quien este soñado de su lado, acomodado de su mejor forma sabes que esta ahí. Espalda con espalda, frente a frente, pie a mano, mano a pecho, cuerpo a cuerpo, su esencia esta bañando tus miedos, tu tremendo día; sabes que hay alguien que espera verte despertar. 

El problema es que haya amor, del real. Dormir con la persona que amas es tocar la vida, un día lo entendí, dormí con alguien que me puso los pies en la tierra me recordó que el amor no pesa, ni peca no lastima ni te arrastra. Desde ese día no necesite nada mas. Ni tampoco quería nada mas.  

Pero como habrás de imaginarte me hace falta algo mas, mi ser lo pide. Anoche no puede dejar de pensar en él hasta dormir, hasta caer en el sueño profundo. Y no, no le necesito para ser feliz, ni para conciliar sueño, para comer, para sonreír y respirar. Pero mentiría si no le dijera que quiero verle reír, quiero sentir sus brazo y verle regresar con todas tus decisiones. Anoche sentí tantas ganas de sentir su abrazo, su calor y perderme en su olor, no le necesito para ser feliz pero su presencia en mi vida me alegra mas, me anima mas, me da mas vida, me gusta y la quiero en mi  días.

Es tan jodida-mente peligroso bajar la guardia, desnudar el alma, que la esencia de mis errores quede al descubierto, sentir el escalofrió por disfrutar tantísimo la sensación de su estancia, pero lo deseo tanto. Tanto como su beso, su abrazo, su olor, su regreso. Porque dormir con la persona que amas es la gloria, es arte, es todo.